lunes, 25 de junio de 2012

YOAN ZAMORA, UN “ACARICIADOR DEL ALMA”

Tan jugoso y dulce como la mejor piña avileña fue el concierto Para que vuelvas del trovador Yoan Zamora, quien estuvo acompañado de coterráneos  de la plástica y la literatura para reafirmar la vocación integradora de la creación artística que promueve el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
De reconocimiento cultural y humano calificó Víctor Casaus, director del Centro Pablo, esta puerta abierta de A guitarra limpia para Zamora, en tanto, creador que además del desarrollo propio ha estimulado el de sus colegas de la canción en Ciégo de Ávila, a los que ha propiciado la cita con otros del país a través del Encuentro nacional de jóvenes trovadores, que anualmente se realiza en ese territorio de la región central de Cuba.

Presente en las palabras de Casaus estuvo la felicitación, en su escenario natural, a  Jaime Canfux, quien junto a Olimpia Calderón, de los estudios Ojalá, obtuvo el premio Cubadisco 2012 en la categoría de Grabación en vivo con el CD Variaciones, de Maykel’s cuartet,  igualmente galardonado como Opera prima.

Canfux, pilar de A guitarra limpia como dijo Casaus, fue largamente ovacionado en reconocimiento a su labor paciente, inteligente y profesional, en la grabación de todos los conciertos de este espacio.

También elogió a Maykel Elizarde y a los otros integrantes de su cuarteto, algunos de los cuales forman parte del trío Trovarroco, que sigue acompañando a Silvio Rodríguez en sus conciertos por los barrios habaneros, en los que el Centro Pablo ha estado presente con sus donaciones de libros y publicaciones.

Amenazado por la lluvia estuvo el concierto de Yoan Zamora, pero esto no frenó la asistencia de un entusiasta público entre el que se encontraba la profesora  Ana Llorente de Otis University en California, quien participó en el proyecto Compartiendo sueños junto a  diseñadores de Estados Unidos y Cuba, a fin de acortar distancias y estimular las respetuosas relaciones de amistad entre ambos pueblos.

Acompañado por músicos avileños dirigidos por el experimentado saxofonista Nelson Oney Peña irrumpió Zamora con su guitarra y melodías que acompañaron textos de gran contenido humano y poético, desde los motivados por seres allegados hasta aquellos que surgen de leyendas y otras tantas vivencias personales que por su modo de expresarlas dan sello a una lírica particular y distante de banalidades.


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